viernes, 8 de mayo de 2009

Derechos humanos: la prueba pendiente

Se dice que cuando no se logra superar una prueba la vida es tan buena que da otra oportunidad para que lo hagamos.

Se dice también que no hay prueba que se nos presente que no seamos capaces de superar, porque la vida es justa.

Bueno, pues vaya oportunidades que hemos tenido: desde el terremoto del 85 hasta los prevalecientes movimiento indígenas; desde el brote de cólera hasta la tragedia de Pasta de Conchos; desde la crisis del 94 hasta la irresponsable aprobación de la ley de bioseguridad; desde los feminicidios hasta la pederastía solapada por el poder; etc, etc, etc...

De fondo queda claro que en materia de derechos humanos, México tiene grandes retos.

Las defunciones a causa de la influenza AH1N1 dejan al descubierto la falta de seguridad social en materia de salud: derecho humano que poseemos desde antes de nacer.

Y es que todo va junto con pegado, la vida se resiste a ser vista como mercancía. La enfermedad es parte de la vida y aceptarla así, como un porceso natural que requiere tiempo para suceder, se ha convertido en algo prohibido. Hay que estar siempre sanos para seguir produciendo. De ahí que haya gente enferma en los centros de trabajo y niñ@s enferm@s en las escuelas. De ahí, que los derechos humanos a un trabajo digno y a la salud se entretejen, y el tejido resultante está lleno de cabos sueltos donde se filtran la automedicación, salarios bajos y un sistema de salud pública aún excluyente y deficiente.


Tenemos derecho a la salud, a la eduación, a un trabajo digno y a vivir en un ambiente sano. (¿Suena básico?)

Importar los modelos mercantilistas de salud que imperan en EUA, no es una opción para este país, ni para ningún otro.(como lo documenta M. Moore, en Sicko)

En Europa se necesitó un holocausto y la devastación directa de las guerras, para activar la organización colectiva en pro de los derechos humanos.

Aquí, las consecuencias de la guerra de baja intensidad no han sido suficientes.

El pleno ejercicio de los derechos humanos, expresado en sistemas sustentables incluyentes; al parecer, es una prueba que hemos de pasar. El pleno ejercicio de los derechos humanos, más que su defensa, será una básica expresión de salud mental comunitaria, ante la psicosis actual(y no me refiero a la actual pandemia).

Lo que desconocemos, es cuándo vence el plazo.

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